El aferramiento es la fuente de todos nuestros problemas. Puesto que, para
nosotros, la impermanencia equivale a angustia, nos aferramos
desesperadamente a las cosas, aun cuando todas las cosas cambian. Nos
aterroriza desprendernos de ellas; de hecho, nos aterroriza vivir, ya que
aprender a vivir es aprender a desprenderse. Y ésta es la tragedia y la ironía
de nuestra lucha por retener: no sólo es imposible, sino que nos provoca el
mismo dolor que intentamos evitar.
La intención que nos mueve a aferrarnos no tiene porqué ser mala en sí; el
deseo de ser felices no tiene nada de malo, pero aquello a que nos asimos es
inasible por naturaleza.
Los tibetanos dicen que no se puede lavar dos veces la misma mano sucia en el
mismo río, y que "por mucho que estrujes un puñado de arena nunca le
sacarás aceite".
Sogyal Rimpoché
"La luz de la sabiduria interior (de la shekinah) es aquella llama de luz interior que mora en nosotros,nuestra esencia original, nuestro yo verdadero y real, nuestra conexión con lo divino, nuestra divinidad, esa divinidad que yace dormida, y que deseamos despertar, ese conocimiento sagrado que contiene toda la información de nuestra alma, los recuerdos, las vivencias pasadas, la sabiduría original, la luz mas sagrada de todo cuanto existe"
viernes, 2 de septiembre de 2016
AFERRAMIENTO
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